No te das cuenta de lo antigua que se queda una cosa hasta que no la ves un día con otros ojos y decides que ya es hora de darle un nuevo look. Eso me pasó a mí con mi perchero. Lo desmonté, lijé la parte de madera, le puse una tela nueva en la base y tachán!! como nuevo! Y pensar que estuve a punto de tirarlo a la barusa...
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